Valgan estas líneas para intentar conseguir un apoyo conjunto con todos los Organismos públicos, en la ardua tarea de lograr una mayor celeridad en los plazos procesales.
Es necesario lograr una concienciación global para evitar los retrasos injustificados procedentes de la Administración de Justicia y que tantos perjuicios causan tanto a nivel profesional como personal, con los consiguientes perjuicios que todo ello origina.
Pero es más, el esfuerzo no solo debe partir de la Administración, sino también del personal humano que trabaja en los Juzgados, a los que no deja de alabarse su esfuerzo, pero por otro lado se reclama una mayor implicación personal según que procedimientos, ya que en ocasiones, notamos una gran carencia en ese sentido.
Esta reflexión también va dirigida a los Colegios de Abogados, especialmente, cuya tramitación en la resolución acerca de la concesión de asistencia jurídica gratuita es lentísima, ocasionando la paralización de los procedimientos judiciales, a expensas de conocer el resultado del Colegio del que se trate. Como pasa en otros ámbitos de la vida, según que colegios funcionan con mayor o menor celeridad.
Todo esto repercute en nuestro trabajo diario, así como, en la relación y confianza con el cliente, y la poca creencia y confianza que tiene en la Justicia.
Maria Jesús Peyús
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