En un contexto en el que cada día son más los emprendedores que deciden lanzarse a la aventura de montar su propio negocio, en el que la apuesta por la pequeña empresa como impulsora de la economía y de la creación de empleo es cada vez mayor, cabe preguntarse ¿cómo podemos hacerlo del mejor modo posible?
Porque la empresa y el emprendedor son agentes determinantes para la economía, pero también para el entorno y la sociedad en la que operan y ésta es precisamente la base de la empresa sostenible.
Pero ¿qué es exactamente una empresa sostenible?
Valga la redundancia, es aquella empresa que desarrolla su actividad de forma sostenible, es decir, aquella que mantiene el equilibrio entre los factores económicos, sociales y medioambientales. Así, las empresas sostenibles son capaces de generar valor económico pero también medioambiental y social tanto a corto como a largo plazo contribuyendo de forma activa al bienestar y al progreso de la sociedad en la que se desarrollan.
LA RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL
Hablar de empresa sostenible nos lleva, inevitablemente, a hablar de responsabilidad empresarial. Muchos profesionales y pequeños empresarios piensan que la responsabilidad social corporativa es un ámbito reservado a las grandes empresas y multinacionales que cuentan con presupuestos elevados para llevar a cabo programas específicos como parte de sus estrategias de marketing.
Por ello, desarrollar o no la actividad de nuestro negocio de forma sostenible no está determinada por nuestra capacidad económica como empresarios sino por nuestra pertenencia y participación en el ecosistema productivo y económico.
Y son diversas las formas en las que podemos llevar a cabo, adaptando las diferentes fórmulas a las capacidades económicas de nuestro negocio: desde la participación en programas sociales de desarrollo local como patrocinadores, a la gestión eficiente de la energía y los recursos de nuestro propio negocio.
Precisamente uno de los puntos fundamentales para la consecución de determinados elementos diferenciadores o marcas, entre los que podemos destacar en el caso de Zaballos Abogados la de MADRID EXCELENTE, se encuentra el de “cumplir con lo que la sociedad exige y que preste atención a los aspectos sociales de su entorno geográfico: Responsabilidad Social Corporativa” que contribuirá en todo caso a mejoras en la calidad en todos los niveles de la organización.
LOS BENEFICIOS DE LA EMPRESA SOSTENIBLE PARA NUESTRO NEGOCIO
Pero más allá de la responsabilidad de cualquier empresa con su entorno, tanto social como medioambiental, el desarrollo sostenible de la actividad empresarial crea sinergias muy positivas para cualquier negocio, que repercuten también en su desarrollo y consolidación económica.
Veamos algunos ejemplos:
• La generación de reputación: Es éste, quizás, uno de los beneficios más evidentes; pero además de buena imagen de marca, las actividades de responsabilidad social corporativa pueden ayudar desde a suavizar una crisis de reputación originada por agentes externos a la PYME hasta a mejorar la relación con los grupos de interés o el acceso a reconocimientos oficiales.
• El ahorro de costes: la eficiencia energética y la optimización de todo tipo de recursos existentes conllevan siempre una importante disminución de costes en cualquier negocio, lo que puede marcar una gran diferencia en la cuenta de resultados de la empresa.
• Beneficios y exenciones fiscales: la actual legislación “premia” con beneficios fiscales a las empresas que cumplen con los principios de sostenibilidad empresarial. La Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, cuyo objetivo era introducir en el ordenamiento jurídico las reformas estructurales necesarias para crear condiciones que favorezcan un desarrollo económico sostenible, recogía entre otras novedades la mejora de los incentivos fiscales aplicables a la innovación tecnológica y a determinadas inversiones medioambientales (en dicha ley se pasaba en el primer caso de una deducción del 8% al 12% de la inversión –incremento del 50%- y para el segundo caso establecía un 8% para deducciones que estaban en el 2% en 2010 y el 0% en 2011 para inversiones que estaban destinadas a la reducción de la contaminación acústica).
• Mejora en el acceso a los recursos financieros, mercados de capital, subvenciones, concursos públicos y licitaciones con las Administraciones Públicas.
• Mejora del clima laboral en la empresa, atracción de talento, mejora de la productividad, reducción del absentismo laboral.
• La proyección a largo plazo, que permite la consolidación empresarial. Porque la empresa sostenible con su entorno es, finalmente, una empresa sostenible en el tiempo.
En definitiva, en la gran mayoría de los casos, nuestra actividad empresarial de forma sostenible no supone más que llevar a cabo pequeños gestos que contribuyan a que nuestra labor empresarial tenga una proyección mucho más profunda.
Tal y como refleja un estudio de Mit Sloan Management Review and the Boston Consulting Group, las empresas que adoptan modelos de negocio sostenibles obtienen más beneficios y, además, todas ellas comparten cinco prácticas:
1.- Están preparadas para cambiar los modelos de negocio
2.- Son líderes e integran sus esfuerzos directamente en sus negocios
3.- Miden y siguen el desarrollo de las medidas de sostenibilidad
4.- Se interesan por cómo ven la sostenibilidad sus clientes y cuánto están dispuestos a pagar por ello.
5.- Colaboran con grupos y personas externas de la organización.
Manuel Blanco Noguero
Director Financiero
Zaballos Abogados