En los últimos días hemos sido testigos directos del cierre por parte del FBI del portal de descargas con mayor tráfico del mundo, Megaupload.
Es un sistema que hasta la fecha permitía a usuarios de distintas partes del mundo intercambiar todo tipo de archivos, ya sea desde películas o música (aspecto que implica mayor problemática en cuanto a los Derechos de autor) hasta fotos personales, trabajos, apuntes, etc. Se puede simplificar afirmando que se trataba del mayor archivador de datos y archivos vía Internet del planeta.
El intercambio de archivos se realiza a través de otras páginas Web o con programas del tipo JDowloader, en las que los usuarios indican o crean vínculos a través de foros a los enlaces obtenidos en Megaupload por la subida de dichos archivos; por lo que podemos entender que será ésta una de las principales líneas de argumentación de la defensa de la compañía, al entender que la misma no puede hacerse responsable del uso o fin que los usuarios den a sus subidas, ni tan siquiera del contenido subido por sus usuarios.
Dicha Web disponía además de un servicio Premium, que reportaba a sus usuarios entre otras ventajas, mayor velocidad de subida y descarga, acceso ilimitado diario, etc. en relación a usuarios que no optaban por este servicio. Es precisamente de este servicio, sin olvidarnos de los beneficios obtenidos directamente de publicidad, lo que ha llevado a su Presidente, Kim Schmitz, alemán residente en Nueva Zelanda, a convertirse en uno de los hombres más ricos no sólo ya de dicho país, sino del Planeta.
Es indudable que esta medida viene de la mano de la expectativa de aprobación por parte del Congreso de los EE.UU. de la Ley SOPA- Stop Online Piracy Act (una normativa muy similar en esencia a su homóloga española “Ley Sinde”), que según sus defensores, tiene como objetivo primordial perseguir y combatir la piratería online; permitiendo al Departamento de Justicia o a los propietarios de derechos intelectuales (productoras, discográficas, editoras, etc.) solicitar e instar que se decreten órdenes judiciales contra aquellas páginas web que estén infringiendo los derechos de autor; llegando a autorizar incluso el cierre definitivo de tales portales.
A la par que opiniones y personalidades en defensa de la reseñada Ley, también ha surgido una ferviente masa de detractores, que se han servido en su mayoría precisamente de la red para lanzar duras críticas a la misma. Este movimiento en contra viene encabezado por el grupo de activistas conocido como “Anonymous”, un grupo heterogéneo de personas repartidas por todo el mundo, que sin un líder u organigrama claro, han llevado a cabo acciones que provocaron la caída de sitios web como la Sociedad General de Autores o el Ministerio de Cultura en España, o más recientemente en protesta por la clausura de Megaupload, el colapso del portal del Departamento de Justicia norteamericano o de Universal Music Group. Asimismo han llevado a cabo manifestaciones, o actos de protesta como lo acontecido en la Gala de los Premios Goya del año pasado, portando sus integrantes en todo momento la tradicional máscara de Guy Fawkes.
Varias preguntas quedan en el aire tras el cierre de Megaupload. ¿Qué suerte correrán el resto de portales de similares características a Megaupload, tipo Fileserve, Wupload, Rapidshare, etc? ¿Qué ocurrirá con los archivos de contenido lícito y privado de los usuarios de Megaupload? ¿Podrán recuperar su dinero aquellas personas que optaron por un servicio Premium?
Y tal vez, la que más inquiete a un jurista, ¿Han de primar los derechos de autor frente al derecho a la privacidad o el derecho a la libertad de expresión?
En las últimas horas se ha conocido la puesta en libertad de dos dirigentes de la web, si bien, su cabeza más visible, sigue arrestado en dependencias policiales.
Así, recomendamos a todos aquellos usuarios que hubieran contado con servicios Premium y deseen recuperar su dinero, que se pongan inmediatamente en manos de asesoramiento especializado para cursar las oportunas reclamaciones como el de ZABALLOS ABOGADOS, que está luchando y defendiendo los derechos de los usuarios de internet ante este tipo de acciones en todo momento, que al final a quien más perjudican es a ellos, aunque sea en pequeñas cantidades. Todas juntas son fortunas que hacen a una persona o entidad rica. En nuestro despacho le damos la posibilidad de llevar a cabo una acción conjunta por el mayor número de afectados, que sin duda alguna desplegaría mayor alcance.INFÓRMESE.
José Luis Calderón Fernández.
Abogado Despacho Illecas.
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